Padre Alberto
Hoy me preguntaron mi opinión en referencia al escándalo del Padre Alberto. En Miami no se deja de hablar de ese tema. Yo ingenuamente había pensado que después de una semana la furia albertino se aplacaría. No estaba en lo correcto. Por el momento he dejado de escuchar radio, todos los santos días se habla de lo mismo, ya es demasiado. Hoy por primera vez me decidí a escribir al respecto y seré breve: creo que Alberto se enamoró. Algunos opinan que soy muy joven, e ingenua y por ello imagino que el sacerdote abandonó sus hábitos por amor y no por más
La palabra enamorarse la usamos hoy en día con ligereza y frecuencia, pero no es un acto simple, ni común. Por temor a quedarse solas, muchas personas fuerzan un enamoramiento, engañan a sus parejas y se autoengañan proclamándose enamorados, pero en el fondo, nadie puede gobernar sus sentimientos. Uno se enamora sin medir consecuencias. Enamorarse de verdad, VERDAD, puede llevar a cualquier persona a arriesgarlo todo, a cambiar su vida, a convertirse en lo que nunca creyó, ni dijo querer ser. En el fondo yo quiero pensar que Alberto se enamoró y no planificó todo, como todos han comenzado a comentar. Enamorarse de una mujer siendo sacerdote es justificable; es decir, creo que Dios lo perdonaría. Inventar el romance para sacar provecho financiero me parece un acto bajo, vulgar, anticristiano. Prefiero pensar que el sacerdote se enamoró y punto.
"Nunca voy a pedir perdon por amar a una mujer" Padre Alberto
La palabra enamorarse la usamos hoy en día con ligereza y frecuencia, pero no es un acto simple, ni común. Por temor a quedarse solas, muchas personas fuerzan un enamoramiento, engañan a sus parejas y se autoengañan proclamándose enamorados, pero en el fondo, nadie puede gobernar sus sentimientos. Uno se enamora sin medir consecuencias. Enamorarse de verdad, VERDAD, puede llevar a cualquier persona a arriesgarlo todo, a cambiar su vida, a convertirse en lo que nunca creyó, ni dijo querer ser. En el fondo yo quiero pensar que Alberto se enamoró y no planificó todo, como todos han comenzado a comentar. Enamorarse de una mujer siendo sacerdote es justificable; es decir, creo que Dios lo perdonaría. Inventar el romance para sacar provecho financiero me parece un acto bajo, vulgar, anticristiano. Prefiero pensar que el sacerdote se enamoró y punto.
"Nunca voy a pedir perdon por amar a una mujer" Padre Alberto
2 Comments:
Arlenita estoy de acuerdo contigo. Se enamoro
Gracias por leer mis ocurrencias. Significa mucho para mí.
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