Sunday, August 31, 2008

Los amores de los abuelos (Berta)

Hoy conocí a Berta. Tiene 75 años y está muy triste. Su pareja de 51 años murió hace poco y por primera vez ha tenido que acostumbrarse a vivir sola.

-Me parece que esto es un sueño, que no me está pasando a mí de verdad y me voy a despertar y esto que me está pasando no me va a estar pasando-nos empezó a contar a mi mamá y a mí.
Berta conoce a mi madre de cuando ésta era una niña que iba con su hermana mayor a su casa para aprender a coser. Mi madre nunca se hizo diestra en el arte de la costura y yo menos. De generación en generación se ha ido perdiendo esa tradición, hasta llegar al punto de su desaparición; es decir, hasta llegar a mí. Pero ése es otro cuento. Este es el cuento de Berta.
Mami y yo habíamos ido a visitar a la hermana de Berta y ésta nos pidió que pasásemos a saludarla.
-Está muy triste. No tiene consuelo desde que Martín murió-nos dijo su hermana.
A Berta le dio alegría vernos a mi madre y a mí en el umbral de su casa. Nos hizo pasar y sentarnos y enseguida comenzó a hablarnos de su fallecido amor.
-Tú sabes que los matrimonios tienen problemas y duermen separados de vez en cuando, uno en el sofá de la sala y el otro en la cama. Nosotros nunca dormimos separados. Es que Martín era muy alegre. Yo era la más peleona de los dos. El nunca discutía. Cuando era más joven le gustaba tomar y yo le peleaba por eso. La bebida fue el único disgusto que me dio. Pero es que siempre fue tan decente, tan buen padre, un incomparable esposo.... No, yo no sé cómo soportar esta soledad. La soledad me mata, chica, me mata. El tenía tombrosis desde hacia 18 años, ya en los últimos dos estaba muy mal pero uno no se adapta, no se conforma. Nunca estás preparada para la pérdida. A pesar de todo yo no me lo esperaba. Mira éstas son las fotos de cuando me casé. Esas no. Esas fueron en mi despedida de soltera. Fuimos novios por cuatro años y todos los días él iba a verme a Banaguises que está a diez kilomatros de distancia de su casa en Colón. Todos los días me iba a ver y después de casados estuvimos juntos 51 años.

-Esta fue su despedida de soltera?

-Sí.

-Como tenía amigas, Berta? Eran un montón.

-Si, yo era de muchas amigas.

-Y todas se casaron, ninguna se divorció?

-Muchas están como yo, viudas, se les han muerto los maridos. Muy pocas se divorciaron pero sí, el divorcio siempre ha existido, aunque la gente se divorciaban menos que ahora, porque se quedaban juntos aunque se llevasen mal y no fuesen felices. Qué eso tampoco está bien! Yo porque no tuve esa suerte, pero si mi marido tiene a otra, o me trata mal, yo no me hubiera querido quedar al lado de un viejo que me hubiera hecho la vida un yogurt. Ahora la gente no aguanta. Nadie aguanta nada. Está bien no aguantar ciertas cosas, eso lo puedo entender, pero aquí todo se vuelve divorcio. Y para mí que los hombres de mi época tan bien eran mejores. Eran como más comprensibles, más nobles, más buenos, como si lo entendiesen a uno más.

-Qué grupo mas grande de muchachas eran, Berta! Aquí están todas de nuevo.

-Sí, mi boda fue preciosa y la despedida tan bien. Todas mis amigas se casaron, ésta fue la que preparó mi despedida y ah no, espérate, ésta de aquí, la que está a la izquierda de la foto, nunca se casó. Ella fue la única. Ella estaba enamorada de un muchacho de Colón y se puso para él, él, él y todo era él y eso también es malo. No se fijaba en más nadie.

No le dije nada a Berta. Terminé de ver su album de matrimonio y para consolarla me hubiese gustado recordarle que aquella muchacha trigueña, de ojos claros, que se asomaba a su izquierda en aquellas fotos en blanco y negro era más desdichada. Al menos ella había tenido a su lado y por la magnánima cantidad de 51 años, al hombre que ella amaba y quien a su vez le correspondió, su señora amiga puede que tuviera unos cuantos recuerdos, pero si mirase aquellas fotos debía pensar que nunca se hubiese imaginado aquella joven de pelo ondulado y cinturita estrecha nunca sería correspondida en el amor. Nunca se haría esposa, ni madre, ni viuda como usted Berta. Qué cosa! La viudez también tiene un lado positivo. Implica que te casaste.
-Berta, dele gracias a la vida por lo que le ha dado y no por lo que ahora le ha quitado.-Pensé en decirle, pero se ofreció entonces a preparar un cafecito cubano.

2 Comments:

Blogger Maite Luna said...

Ay Arlena, a pesar de este dolor dichoso que tengo, te voy a escribir unas letras, porque este escrito tuyo me ha puesto triste...
por muchas cosas: Yo vivia muy cerca de Banaguises... y quien sabe si el muchacho refistolero y pretensioso de aquella epoca pudo ser un vecino o cualquiera que pudo cruzarse en una guagua... o en el parque y sabra Dios, sabra Dios, por que no habra aceptado el a aquella linda muchacha (los hombres, a veces, son demasiado hombres... en ocasiones, son "imitadores)
Me conmovio tambien la historia de Berta... cuanta vida hay entre dos personas que se unen en matrimonio y comparten asi... por decadas... ella tuvo la suerte de que fuera la mitad de un siglo... te imaginas? la mitad de un siglo!!! al lado de esa persona que amaste...
Berta tuvo la suerte de tenerlo hasta que la muerte los separo... como dicen los curas, el dia del casamiento... que bonito verdad? y que triste... Ella tuvo la suerte de conocer a un hombre que la acepto y respeto hasta el final de sus dias... y viceversa el, de encontrar a una mujer que supero diferencias y se crecio para ser madre, para ser esposa, para ser amiga... es verdad... ahora la gente se divorcia mucho...

10:58 AM  
Blogger i r i s e s said...

es terrible eso de acostumbrarte a estar solo

11:57 AM  

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