"La suma de los días" Isabel Allende

Yo comencé a leer los libros de Isabel Allende cuando tenía 12 años, pero crecí y me recomendaron otras lecturas. Para mis clases de maestría literaria era obligatorio leer a Márquez, Cortázar, Vargas Llosa, Galdós, entre otros, pero nunca me exigieron leer a Isabel. Sin embargo, hace poco cuando terminé de leer lo que me pedían en mis clases universitarias, en otras palabras, terminé de leer por obligación y retomé mi lectura de Isabel. Me lleno de placer regresar al tipo de lectura que disfrutaba siendo más joven. Me leí entonces el libro más reciente de Isabel, "La suma de los días", una memoria sobre todo lo que le ha acontecido desde que su hija murió hasta el momento.

Yo disfruté mucho "Paula". Es más, su libro "Paula" me ayudó a vivir, a pesar de que hablaba sobre la muerte me ayudó a decirle adiós a los seres queridos que había perdido y darles la bienvenida como espíritus. Me pareció interesante descubrir en "La suma de los días" que el pozo de Isabel Allende se había secado después de escribir "Paula", que su hijo se divorció, su familia pasó por momentos muy difíciles y aunque yo la creía recuperada, nunca olvidó a Paula y sufre su ausencia todavía.

Frases que me gustaron del último libro de Isabel que leí:

"El tío Ramón me dio los más útiles instrumentos para la vida, como descubrí en terapia a una edad madura: memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente, y optimismo desafiante para encarar el futuro. También me enseñó a no quejarme, porque eso estropea la salud" (85).

Sofía Loren dijo en un programa de televisión que su secreto para mantenerse joven era "mantener una buena postura y no hacer ruidos de vieja, es decir, nada de quejarse, gruñir, toser, resoplar, hablar sola o soltar vientos" (108).

"Esos noviazgos modernos, largos y relajados, me parecen sospechosos; la urgencia es inseparable del amor" (110-11).

Si alguien me preguntara como lo han hecho en el trabajo cuando me veían leyendo este libro si yo lo recomendara les diría que si está pasando por la pérdida de un ser querido lea "Paula", si quiere aprender sobre los 60, la época de los hippies y Estados Unidos "El plan infinito" es excelente y si quiere descubrir la escritora Isabel del principio que lea "La casa de los espíritus", "Eva Luna" y "De amor y de sombre", yo me los he leído todo y "La suma de los días" no sería el primer libro de Isabel que le recomendaría a un lector que no la conoce. De todas formas asocia a la escritura con mi adolescencia y me parece que será imposible dejarla de querer, porque ella forma parte de mis memorias afectivas y es imposible luchar con la psicología humana.

La felicidad: una decisión

Hoy concluí que voy a ser feliz sin importar nada, porque sí, porque quiero serlo, porque lo he decidido y creo que ser feliz es una decisión que se toma. Voy a ser feliz y me voy a mantener firme en mi deseo y convicción. Voy a ser feliz sin importar qué trabajo tenga. Veo a personas con trabajos bien remunerados infelices y otros ejerciendo oficios que se consideran inferiores super felices. Entonces, yo voy a ser feliz. Voy a ser feliz sin importar qué tenga o deje de tener, eso no hace una diferencia. Voy a querer lo que tengo y no esperar a tener lo que quiero para ser feliz. Tal parece que muchas personas a mi alrededor no se deciden por la felicidad y la felicidad es una decisión que se toma. Uno decide un buen o mal día ser feliz y lo comienza a ser. = )