Wednesday, April 21, 2010

Sexualidad y muerte en Romancero gitano (Trabajo para clase de literatura)

En el Romancero gitano se encuentran huellas de Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado y Duque de Rivas. Este último es un poeta de arranque popular y escritor de los célebres Romances históricos, que se han considerado el antecedente más directo del Romancero gitano; incluso Lorca culmina su Romancero gitano con tres romances que se titulan de forma similar al libro de Rivas: Tres romances históricos. El Romancero gitano (1924-1927) es el quinto libro de poesías que Lorca publica. Antes de éste había publicado Libro de poemas (1921), Poema del cante jondo (1921), Primeras canciones (1922) y Canciones (1921-4). Según Mújica en este quinto libro: “Las formas folklóricas – el romance, el cante jondo, la seguidilla- las obras de autores españoles antiguos les suministran un material con el cual moldean una poesía original e innovadora” (463). Este trabajo se propone analizar el papel simbólico que juegan los colores y la luna para hablar de dos temas centrales en la poética lorquiana, la muerte y el sexo.
El diccionario de la Real Academia Española define los romances como unas combinaciones métricas de origen español que consisten en repetir al fin de todos los versos pares una misma asonancia y en no dar a los impares ninguna especie de rima. El Romancero gitano es una colección de dieciocho poemas de esta índole. Según Ramos-Gil, “está escrito normalmente en cuartetas, como las coplas, y sólo la rima uniforme les da el aire de romance” (89). La forma en la que está escrito le da ese sabor popular. Las coplas en ocasiones se cantan y lo cierto es que el lector del Romancero gitano nota el ritmo de los versos al querer cantarlos. Las palabras del propio Lorca dejan bien claras sus aspiraciones con el libro al nombrar a estos romances sus favoritos y dijo que los gitanos eran: “la sangre y alfabeto de la verdad andaluza y universal” (Ramoneda 442). De ahí que el crítico Ramos-Gil considerase que los gitanos eran “elementos poéticos y mágicos, indispensables en el mundo y en la visión de Lorca” (192).
“La poesía de Lorca nos lleva insistentemente al mismo clima de muerte, de frustración y ruina. Es una consecuencia inevitable del antagonismo y de la predicción del poeta por las situaciones fronterizas y liminales” (Ramos-Gil 228). Esta muerte de los gitanos en manos de la guardia civil se destaca en ocho de las dieciocho composiciones del libro. La muerte también prevalece como fin inexorable de la vida humana en otros romances, sin ser necesariamente causada por la guardia civil; incluso pudiéramos sostener que la mayoría de sus romances giran alrededor del tema de la muerte. En algunos, Lorca habla del antónimo de la muerte, la vida, muchas veces asociado con la lujuria y el sexo valiéndose de los colores y la luna. Sin embargo, los romances que pudiéramos tildar de “alegres” inmiscuyen por completo la muerte. El autor provoca en el lector del Romancero gitano ese sinsabor de la polaridad muerte-vida, vida-muerte, que intrigará al escritor en sus cavilaciones existenciales.
El primer romance, “Romance de la luna, luna” trata sobre la muerte: “la luna trae la locura y la muerte, es una gitana adornada de joyas baratas” (Mujica 467). La bailadora de flamenco es la luna, quien a la misma vez es la muerte. Estas son las capas a profundizar que conforman el lenguaje simbólico lorquiano. La palabra muerte no se menciona en ningún verso del romance. Sin embargo, una atmósfera de irrealidad y ensueño embarga todo el romance. De forma reiterada en la poética lorquiana, la luna representa muerte, como señalaremos en la mención de otros romances en el Romancero gitano. También se hace mención a un símbolo cromático, el color blanco, cuando habla el poema del “blancor almidonado” de la luna. El color blanco es el favorito de Lorca y el más frecuente en toda su obra. El blanco es también el más complejo de todos los colores, por ser el resultado de la mezcla de todos los demás y su apariencia engañosa, que no muestra todos los colores que se hallan en él. Si el blanco es el color que con mayor frecuencia usa el poeta en su obra y significa muerte, la obsesión del autor por este tema es patente, como previamente mencionamos. En el Romancero gitano se ve cómo el color blanco y la luna se hacen presentes siempre que aparece la muerte. Sabemos que el niño ha muerto cuando el romance dice:
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos. (31-4)
Ramsden analiza en su estudio, Lorca’s Romancero gitano, que la luna es una mensajera de la muerte; sobre todo de los niños que se quedan mirándola muy fijamente, totalmente hechizados. Dice que no se debe pasar por alto tampoco el conocimiento que Lorca debió tener sobre el papel que jugaba la luna en las culturas primitivas, para las que el astro era amenazante, mítico y estaba lleno de presagios mortuorios. Lorca de seguro tenía conocimiento de que para el hombre primitivo la luna con su ciclo mensual de nacimiento, crecimiento, declive y muerte reflejaba la vida humana; además de influir la vida humana trayendo la muerte (2). Curiosamente la luna de Andalucía no puede dejar de tener algo típico de la región y por ello en este romance la luna baila como toda una bailarina flamenca. Ramos Gil explica que para Lorca la muerte era también una fuerza con: “una fatalidad precipitada por fuerzas ciegas, y éstas son, a su vez, una resonancia o proyección del temblor supersticioso de los protagonistas” (123). Finalmente, los gitanos lloran porque creen que la luna se ha llevado el niño de la mano al asociarla con la muerte. Ahí están presentes las supersticiones, o creencias de los protagonistas a las que se refiere Ramsdem.
El segundo romance del libro trata sobre el deseo sexual que conlleva a la procreación y a la vida. El tema del poema es opuesto al primero; trata sobre el antagonista de la muerte: la vida. En “Preciosa y el aire” las imágenes botánicas emanan sensualismo:
Niña, deja que levante
tu vestido para verte.
Abre en mis dedos antiguos,
la rosa azul de tu vientre… (Lorca 25-28)
La intimidad de la mujer claramente se representa con la rosa y las intenciones del viento que personifica al hombre, lo cual queda explícito en los versos 25 y 26. Según Arango, el viento personifica el elemento erótico como se nota en “viento-hombrón” y el símbolo fálico por la combinación de “espada caliente” (182). Algunos lectores no dudarán en preguntarse, ¿cuánto hay de realidad y cuánto de miedo por parte de la niña en el poema? Roy Campbell ha señalado el romance como un ejemplo de la influencia de Freud sobre Lorca y ha escrito que no es extraño que una niña de repente sienta miedo en la oscuridad y huya hacia la compañía más cercana como hace Preciosa corriendo a la casa del cónsul británico.
Desde los primeros versos la luna sale en este romance con una connotación totalmente diferente a la que tenía en “Romance de la luna, luna.” Aquí la luna anuncia la noche y es cómplice de la pasión:
Su luna de pergamino
preciosa tocando viene
por un anfibio sendero
de cristales y laureles. (1-4)
El hecho de que haya caído la noche y por ende salido la luna, se puede interpretar como una incitación al viento para despertarse y perseguir a Preciosa en la oscuridad. En este romance nadie muere; aquí el tema central es el deseo sexual y la luna un elemento natural que contribuye a la creación de toda esta atmósfera de pasión y sensualismo y no a un ambiente mortuorio como en “Romance de la luna, luna.” Allen analiza el hecho de que Preciosa juegue con una luna de pergamino diciendo que Lorca reconoce aquí el simbolismo lunar en el que creen los gitanos, quienes creen que existe una conexión especial entre las mujeres y la luna. “It is relevant to mention here, in connection with the compound woman-moon-tambourine symbolism, that maternity is generally held to constitute the Gypsy woman’s supreme value and that the moon plays an important role in her fertility spells” (Allen17). La luna tiene un significado distinto en este romance al que tuviese en “Romance de la luna, luna” y lo mismo pasa con el viento. En “Romance de la luna, luna” el viento se asocia con la muerte, creando la tensión poética del final:
El aire la vela, vela
El aire la esta velando (41-2).
El aire está velando a la luna, a la muerte, mientras que en “Preciosa y el aire” los mismos elementos, la luna y el viento hablan sobre otro tema que después de la muerte fascinaba a Lorca, el deseo sexual.
En el tercer romance del Romancero gitano, “Reyerta”, se plasma la lucha por toda España de los grupos que se atacan por razones misteriosas. Para expresar este mensaje se combinan “procedimientos metonímicos y metafóricos que culminan en una visión antropomórfica del momento y de la escena. El poema transforma una reyerta entre dos grupos de gitanos en un combate cósmico, en el que contienda y muerte heroica alcanzan valores estéticos” (Debicki 612). Esto es un logro para Lorca porque universaliza su poema y la lucha entre la guardia civil y los gitanos:
Juan Antonio el de Montilla
rueda muerto la pendiente,
su cuerpo lleno de lirios
y una granada en las sienes. (17-20)
Los lirios aluden al color “blanco” que como hemos mencionado previamente en Lorca representa la muerte y es el color que el poeta usa con mayor frecuencia. Por otra parte está el rojo de la granada, cuyo color se asocia con la sangre y la vida, pero también con la pasión. En “Romance de la luna, luna” vimos que la muerte para Lorca se disfrazó de bailarina de flamenco en forma de luna. En este romance la muerte viene en forma de símbolos cromáticos, con los colores rojo y blanco. “En Lorca por ejemplo el color rojo significa pasión, amor, pero también significa violencia, si está funcionando en dominación con otros colores puede significar muerte” (18). El contraste entre el rojo y el blanco del romance habla de la muerte del gitano, sin decir exactamente que está muerto.
Además de los colores, este poema está lleno de símbolos, desde la mención de la cruz de fuego y los ángeles negros de “corazones de aceite” hasta los caballos. A pesar de su uso de símbolos, el mensaje de Lorca es claro: la muerte de los gitanos marginados a manos de la guardia civil. La celebrada genialidad de Lorca radica en su habilidad de asociar sentimientos y personajes con elementos naturales; a la mente vienen los ejemplos del viento y la luna mencionados previamente. En este caso la guardia civil es representada por los caballos y estos animales pasan a convertirse en mensajeros de la muerte. Es increíble ver como Lorca a través de distintos símbolos, a veces la luna, esta vez los caballos, habla sobre un mismo tema: la muerte, sin mencionar la palabra en sí. “In the heat of the fight the riders’perfil seguro is threatened and their fury is appropriately transferred to the horses which, like playing cards, are associated by Lorca with the threat of death” (Ramsden, 18).
La habilidad de Lorca para escribir sobre la muerte sin llamarla por su nombre, como hace en el romance previo, se pone también de manifiesto en la cuarta balada del Romancero gitano titulada “Romance sonámbulo.” En éste se sabe que dos gitanos regresan a casa y al llegar, la joven que esperara por uno de ellos tiene la carne y el pelo “verde”, imágenes que se repiten a lo largo de todo el poema. Como en “Reyerta” los símbolos cromáticos blanco y rojo representan muerte. En “Romance sonámbulo” el color verde es el símbolo de la muerte. “Después del blanco el verde es el color que usa con mayor intensidad, apareciendo más de cien veces a través de sus obras” (20). El verde en algunos romances de Romancero gitano significa sexualidad, naturaleza y vida. Específicamente en “Romance sonámbulo” el mismo color significa muerte. Por lo que se puede concluir que hay un simbolismo doble en los colores de Lorca; no siempre el verde implica muerte.
Según Arango en Símbolo y simbología en la obra de Federico García Lorca el verde en “Romance sonámbulo” es comparado “al color de las plantas vivas y al color de los cadáveres. La gitana representa el ciclo de la naturaleza. Pero este verde está también estrechamente ligado al concepto simbólico del viento como elemento cósmico y físico” (142). Vemos entonces que Lorca retoma el elemento del viento para como hiciese en “Romance de la luna, luna” aludir a la muerte. Por otra parte, el viento en “Preciosa y el aire” simboliza el deseo sexual masculino. Se puede concluir que como en los colores, otros elementos como la luna y viento también tienen un simbolismo doble en Lorca. En algunos romances representan muerte, en otros, los mismos símbolos representan sexualidad y vida. Todo depende de la forma en que el poeta los use.
En “Romance sonámbulo” el color verde y la luna simbolizan la muerte:
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas. (10-12)
La joven no puede mirar las cosas porque obviamente está muerta y la luna que se asocia con la muerte en la poética lorquiana es testigo de la escena. Más adelante el poeta añade que la joven se sostiene sobre el agua con un “carámbano de luna” y ésta es otra imagen poética de la muerte en la que Lorca, una vez más, asocia la luna con la joven muerta.
En el quinto romance, “La monja gitana,” Lorca vuelve al tema del deseo sexual que trata en “Preciosa y el aire” y “La casada infiel” no valiéndose tanto de la luna y la brisa, pero sí de nuevos símbolos para crear toda una atmósfera sensual. Para referirse a la sexualidad, como mismo hace en “Preciosa y el aire”, Lorca recurre mucho a la naturaleza. Dice que la monja “quisiera bordar flores de su fantasía” (11-2), ve una “llanura empinada” y “ríos puestos de pie” (28-30) todas imágenes que se pudieran interpretar como símbolos fálicos y aluden al segundo tema favorito del poeta después de la muerte: la pasión o la sexualidad.
El crítico Ramsden dice que hay asociaciones con la muerte en el primer verso: “silencio de cal y mirto” (1), la blancura de la cal que previamente hemos mencionado también puede representar muerte. Según Ramsden el silencio:
suggests ‘quietud y paz’ but it may also point to restriction and repression. Cal since it is used not only for whitewashing but also for decomposing animal remains, can have death associations. And mirto suggests love… the juxtaposition of cal and mirto echoes the duality of vitality and repression already noted in the title. (32)
El tema del romance se pudiera decir que es la pasión reprimida de la monja, pero el tema es también la muerte. En este caso no se habla sobre la muerte física de una persona como en “Reyerta,” “Romance de la luna, luna,” o “Romance sonámbulo,” sino sobre la muerte de las fantasías de la monja que queriendo bordar “flores” (12) parece resignarse a su condición. Una vez más el color blanco de la cal simboliza la muerte.
La sexualidad de “La monja gitana” es el tema del siguiente romance del libro; aunque en éste el sentimiento no es reprimido. En “La casada infiel” no aparece la muerte física, ni se puede hacer una interpretación de muerte emocional como en “La monja gitana.” En el sexto romance de Romancero gitano Lorca habla del acto sexual entre un gitano y una mujer casada y elimina hábilmente uno de los símbolos en los que enfocamos nuestro análisis, la luna:
sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido
y un horizonte de perros
ladra lejos del río… (16-9)
El hecho de que Lorca elimine la luna muestra que es conciente del momento. Él sabe que la muerte más tarde o más temprano llegará y todo, hasta el deseo sexual consumado después de que los amantes se van del río, también muere. Sin embargo, el foco de Lorca en este romance es el gozo sexual. Todo lo opuesto a romances como “Reyerta” y “Romance de la luna, luna;” cuando el poeta compara la luna al cuerpo de la mujer en este último romance, la luna tiene una connotación de blancura, frialdad y muerte. Sin embargo, en “La casada infiel” la mención de la luna implica belleza y vida:
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo. (35-8)
Al comparar el cutis de la amada con la luna lo describe joven, hermoso, e impecable. Estos versos ejemplifican el doble simbolismo de la luna en la poética lorquiana. En este romance la luna no representa, ni presagia la muerte, sino el deseo, la sexualidad de la casada a punto de ser infiel.
En “Romance de la pena negra” Soledad Montoya personifica el sentimiento de pena. Según críticos y académicos Soledad Montoya no experimenta la pena negra, sino que se convierte en la pena negra misma. La pena de Soledad es tan inmensa como la de los gitanos; por ello, los romances plasman la desventaja de los gitanos ante la guardia civil, el mundo que los margina y en muchos casos, cómo terminan muriendo. La pena de los gitanos de la que habla Lorca se convierte en la pena universal del hombre, que se agudiza con la vida y sólo cesa una vez llegada la muerte:
-¡Qué pena tan grande! Corro
mi casa como una loca,
mis dos trenzas por el suelo,
de la cocina a la alcoba. (27-30)
La pena que es un sentimiento, no algo que pueda tener color y Lorca la describe como “negra.” Según Cortina Gómez, este color tradicionalmente está relacionado con la oscuridad, la melancolía y la muerte. En este romance sirve para acentuar la profundidad, o el peso de la pena. Ello es un buen ejemplo de catacresis, el hecho de que un sentimiento como es la pena se describa con colores, en este caso negro. Por otra parte, en este romance también se ve un segundo tema, la sexualidad, en especial en el verso:
-Soledad de mis pesares,
caballo que se desboca
al fin encuentra la mar
y se lo tragan las olas… (15-8)
Los caballos aquí son símbolos de sexualidad. En “Preciosa y el aire” también tienen la misma connotación en los versos:
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos… (35-8)
Sin embargo, notamos que hay un simbolismo doble con los caballos como con la luna, porque en “Reyerta,” los caballos representan la guardia civil y la muerte para los gitanos. Arango apunta en “Romance de la luna, luna” que “el símbolo del caballo, ligado al símbolo de la luna, crea una doble imagen fúnebre” (60-1).
Los romances octavo, noveno y décimo tratan sobre la religión. Cobb considera San Miguel el más difícil de interpretar de todos los romances del Romancero gitano. En esta trilogía de romances religiosos Lorca ridiculiza los santos y demuestra una incredulidad hacia la religión que raya en un profundo ateismo, dado a que en ellos no se abordan los temas de la sexualidad y la muerte. Este trabajo prescindirá de ellos, porque su foco es el análisis de ciertos símbolos para representar la sexualidad y la muerte en Romancero gitano.
El décimo romance del Romancero gitano trata sobre el tema principal de todo el libro: la muerte. En éste Lorca sintetiza toda la hombría gitanesca, nos pinta un gitano orgulloso de su linaje y apellido, Camborio, con tanto valor que pudiendo haber escapado se enfrenta a sus enemigos. Los críticos han visto una alusión a Jesús en la historia de Antoñito. Al igual que el enviado de Dios, el gitano es marginado y sufre las injusticias de sus enemigos. Cuando el romance repite las nueve de la noche, le recuerda al lector la hora novena en que la Biblia cuenta que se mató a Jesús. Aunque otros símbolos ayudan a crear la atmósfera mortuoria especial del mismo, se ven en este soneto una combinación de dos símbolos previamente analizados, los caballos y el viento.
Las aceitunas aguardan
la noche de Capricornio,
y una corta brisa, ecuestre,
salta los montes de plomo (21-4)
Aunque Lorca menciona el día, la tarde, el mar, los arroyos y la naturaleza, de ahí que muchos lo llamen un poeta de la naturaleza, la combinación de las imágenes del viento y el adjetivo “ecuestre” es curiosa, e interesante. Cualquier lector de Lorca recuerda que la aparición del viento y los caballos en otros romances presagian la muerte, como en efecto ocurre en el siguiente romance, “Muerte de Antoñito el Camborio”. Correa define lo que ocurre como una “muerte anti-mítica” en manos de los cuatro primos Heredia (54). La luna y el color verde como en “Romance de la luna, luna” vuelven a representar la muerte en los versos que dicen:
-Antonio Torres Heredia,
Camborio de dura crin,
moreno de verde luna,
voz de clavel varonil:
¿Quien te ha quitado la vida
cerca del Guadalquivir? (21-6)
Al igual que en “Muerte de Antoñito el Camborio” la muerte es el tema del décimo-cuarto romance del Romancero gitano. Muchos críticos han visto en “Muerto de amor” una atmósfera de misterio y lo han considerado otro romance sonámbulo por sus cualidades oníricas similares a las del “Romance sonámbulo.” En este romance reaparecen símbolos que hemos visto en otros poemas representando a la muerte como la luna, la noche, el viento y los caballos. Una vez más Lorca se refiere a la muerte, sin mencionarla con palabras, valiéndose de símbolos y para muchos críticos y académicos en estas sutilezas radica su genialidad:
Ajo de agónica plata
la luna menguante, pone
cabelleras amarillas
a las amarillas torres (9-12).
Algo que en comparación a los romances posteriores resulta novedoso es que aquí simbolizando a la muerte no se usan los colores blanco, rojo, ni verde; aparece por primera vez en el romancero el amarillo tradicionalmente asociado con “la decadencia, muerte, melancolía, impureza moral, desesperación” (Cortina-Gómez 34). Como bien presagiasen los simbólicos colores, el hijo muere y esto se sabe por las voces furiosas que claman, las viejas que lloran al pie del monte y la sangre en medio de los gritos. Tal vez el lector no entienda el porqué de esa muerte, pero la atmósfera que Lorca recrea ha hecho que “Muerto de amor” sea considerado un romance sonámbulo y onírico.
En el “Romance del emplazado” el gitano Amargo acepta con resignación su prendimiento y próxima muerte. La luna que tanto fascina a Lorca aparece en una combinación diferente. En esta ocasión está reflejada en el agua lenta del río como si corroborara lo inevitable que es el destino en el que creen los gitanos:
Los densos bueyes del agua
embisten a los muchachos
que se bañan en las lunas
de sus cuernos ondulados (13-6)
Se pudiera interpretar que dado el reflejo de la luna en el agua hay varias lunas, lo que crea una de esas atmósferas oníricas de la poética lorquiana. En esta ocasión buey no necesariamente significa que el poeta se refiere al animal, porque según Lorca buey de agua era una expresión popular que le había oído decir a los labradores en Granada. Sin embargo, el agua es recurrente en la mayoría de los romances relacionados con la muerte en el Romancero gitano. En “Romance del emplazado” está la luna y el agua de principio a fin. Lo mismo ocurre en otros romances como “Romance de la pena negra” y “La casada infiel”, en los que el agua no alude a la muerte, sino a la fertilidad y sexualidad femenina. Un ejemplo de ello se ve claramente en el primer romance cuando el poeta alude a la sensualidad de Soledad diciendo que la gitana es:
caballo que se desboca
al fin encuentra la mar
y se lo tragan las olas (16-8)
Según Correa en referencia a los caballos en la poética lorqueana existe una vinculación entre la persona humana y la figura del caballo “en su categoría de símbolo mítico en “La casa infiel” y en el “Romance de la pena negra” (78). En este último romance el olor de la carne de Soledad se compara con el de un caballo y su pena se dice que está a punto de lanzarla al mar como un caballo. Al personaje Antonio Torres Heredia se le dan características de caballo cuando se describe como un “Camborio de dura crin” (24). Previamente se ha expuesto el doble simbolismo del caballo, en ocasiones los caballos en Lorca simbolizan muerte, otras veces como en este caso representan sexualidad. La aparición del caballo y el agua en “Romance del emplazado” son un doble símbolo sexual. Sin embargo, el agua del Guadalquivir en “Muerte de Antoñito el Camborio” tiene un significado diferente, en ese romance es un augurio de la sangre del gitano que como el agua del río se derrama y provoca su eventual muerte.
En “Romance de la guardia civil española” el color negro y los caballos aparecen presagiando la muerte como hemos visto en romances anteriores. Lorca también recurre a la metonimia en su repetición de la palabra negro, como lo hiciese con la palabra verde en el “Romancero sonámbulo.” El negro de los caballos, las herraduras, capas y zapatos de los guardias contrastan bruscamente con todas las imágenes de luz y colorido que le llegan al lector de la ciudad gitana que se describe con “fraguas”, “soles”, “faroles” y toda una selección de palabras que dan una impresión y sensación de luz y claridad. Estas imágenes crean una atmósfera de misterio que foreshadows el futuro fatídico, Lorca hace caer la noche en el romance y si el lector tiene buena memoria recuerda que ninguna de las muertes en el Romancero gitano han ocurrido durante el día, pero sí en la noche y con la luna de testigo:
Cuando llegaba la noche,
noche que noche nochera,
los gitanos en sus fraguas
forjaban soles y flechas (31-4)
Además de inmiscuir la luna que simboliza la muerte, cinco estrofas más abajo Lorca habla de otro elemento muy relacionado con la muerte a lo largo del Romancero gitano, el viento. El poeta dice que el viento sopla, lo cual se puede interpretar como un mal augurio y poco después vuelve a mencionar la luna, diciendo que es una media luna que sueña “un éxtasis de cigüeña” (55). Finalmente y tal y como presagian el viento y la luna, la guardia civil siembra la destrucción, mata a muchos gitanos, le cortan los pechos a una muchacha, mientras que otras corren, huyendo de la guardia civil. Lo curioso es que al final del poema, cuando la ciudad de los gitanos queda destruida, el poeta dice que la misma está en su frente y asocia la ciudad con la “luna” y la “arena.” Esto se puede interpretar como la ciudad de lo gitano es algo pasajero como la arena y cambiante como la luna por sus fases:
¡Oh, ciudad de los gitanos!
La guardia Civil se aleja
por un túnel de silencio
mientras las llamas te cercan (127-30)
En los “Tres romances históricos” con los que culmina el libro los caballos se asocian con la valentía y el coraje. Si en “Romance de la guardia civil española” los caballos representan el poder de la autoridad y la muerte de los gitanos, en otros romances simbolizan la sexualidad. Eich en su libro Federico García Lorca: Poeta de la intensidad comenta que los momentos más intensos de la vida, en los que se fecunde y se muere: “forman los dos aspectos, destructor y creador, la muerte y la vida de la vida” (136) y son los instantes que fascinan al poeta. A Lorca le apasionaban los dos extremos y para escribir sobre la muerte y la sexualidad usaba símbolos cromáticos, elementos naturales como la luna, el viento y los caballos; lo interesante es que tal y como hemos demostrado el mismo símbolo en unos casos representaba la vida y en otros la muerte.

Obras citadas

Allen, Rupert C. The Symbolic World of Federico Garcia Lorca. New México: Albuquerque University, 1972. Print.
Arango, L. Símbolo Y Simbología En La Obra De Federico García Lorca. Madrid: Editorial Fundamentos, 1995. Print.
Cobb, Carl W. Lorca’s Romancero gitano. Jackson: UP Mississippi, 1983. Print.
Correa, Gustavo. La poesía mítica de Federico García Lorca. Madrid: Gredos, 1970. Print.
Cortina-Gómez, Rodolfo. El lenguaje poético de Federico García Lorca. México:
Potosina, 1985. Print.
Eich, Christoph. Federico García Lorca: Poeta de la intensidad. Madrid: Gredos, 1970. Print.
García- Lorca, Federico. Romancero gitano. Buenos Aires: Losada, 1971. Print.
Mujica, Bárbara. Texto y vida: Introducción a la literatura española. Washington: UP
Georgetown, 1990. Print.
Ramoneda, Arturo. Antología Poética De La Generación Del 27: Con Cuadros Cronológicos, Introducción, Texto, Notas Y Llamadas De Atención, Documentos, Orientaciones Para El Estudio. Madrid: Editorial Castalia, 1990. Print.
Ramos-Gil, Carlos. Claves Líricas De García Lorca; Ensayos Sobre La Expresión Y Los Climas Poéticos Lorquianos. Madrid: Aguilar, 1964. Print.
Ramsden, H. Lorca's Romancero Gitano: Eighteen Commentaries. Manchester [England:
Manchester UP, 1988. Print.

Monday, April 19, 2010

Finding Mr. Right

Hi girls,

Leí esto en el MSN esta mañana y pensé que tenía unas cuántas cositas buenas que todas sabemos, pero se nos olvidan a la hora de buscar a Mr. Right. Yo me identifiqué con la # 1. Siempre me gustaron los hombres de 6 pies y ya ven, me hace feliz uno de 5'9, creo esa es la altura! Que hay para el sabado por la noche?

Signs, girl A

Five Traits in a Mate That Are Not Deal Breakers
Have you decided that you will only marry a man of a certain height, profession or hairstyle? The author of a provocative new book reveals why you're wrong about Mr. Right.
By Lori Gottlieb

A couple of years ago, I wrote a magazine article called "Marry Him: The Case for Settling for Mr. Good Enough." In it, I confessed that, having found myself still single at 40, I'd come to an eye-opening realization: Had I known when I was younger what would make me happy in a fulfilling marriage, I would have made very different choices in my dating life. It was a hyperbolic essay with a serious message: Look for the important qualities in a partner, and let go of the stuff that won't matter five, ten or 20 years down the line.

I've never believed that we should stop looking for Mr. Right (we shouldn't!) — but I do think that by changing our rigid idea of who Mr. Right is, we're more likely to find the right Mr. Right. You can't just order up the perfect husband á la carte — I'll take a little of this, a little of that, less of this and more of that. A guy is a package deal, as are we. Recognizing that isn't settling. It's maturity. The key is to focus on the qualities that lead to long-term romantic happiness.

In my new book, I asked experts, including marital researchers, sociologists, neurobiologists, couple therapists, behavioral economists, matchmakers, clergy and even our mothers (God help us!) how to tell the difference between smart compromises (which lead to happiness) and settling (which doesn't). The answer is complex — and different for everyone. But here are five basic things I learned I should cut a guy some slack on before I assume he's not The One:

1. His height
Let me say upfront that I'm 5'2". With one-inch heels. And yet I always preferred to date guys who were taller than 5'9" (and so I could kiss them while barefoot, shorter than 6'0"). But one expert explained how limiting this was: "Let's say there's a 50 percent chance you could be with a guy who's 5'9". That's a height you like, but it could go either way depending on what else he brings to the table. There's probably a five percent chance you could be with somebody who's 5'4" — but there's a chance. Maybe if you spent an hour with Danny DeVito or Robert Reich, all of a sudden you would say, 'You know what? This is somebody I could actually spend my life with' — even though the height is never going to be ideal. On the other hand, take somebody who's unkind. There's a 100 percent chance you won't want to be with him. So I'm saying, what are the real irreducibles as opposed to the unlikelies?"

2. His online dating profile
A Northwestern researcher who studies online dating (yes, there are scientists who make a living doing this) told me that I shouldn't get too specific about my search parameters in online dating because in his research, he found that "there was a lack of correlation between what people said they wanted on a questionnaire, and what they actually pick when they meet a real, live person." Moreover, he added, don't rule out a guy because you think you know what it means that he misspelled a word or likes Madonna. You have no idea who this person is until you meet him. An online profile, he said, "is like reading the ingredients on a box of food and trying to imagine what it would taste like."

3. His occupation
Yes, alpha males are sexy and charming. But they aren't always the best partners for me, especially if they travel for work all the time, need to be the center of attention and don't have the same ideas about how to run a household that I do. As a dating coach explained to me, many women are attracted to super-ambitious and charismatic guys who are leaders — but it's hard to find a person who has that kind of personality and also makes time for you and is able to put you first when it counts. Now Joe, the cute elementary school teacher, on the other hand ... you get my point.

4. His age
The thing about being picky is you have to know what to be picky about. Apparently, I wasn't picky enough on the things that matter (shared values, reliability, "getting each other") and was too picky on the things that don't (his age). While I wouldn't want anyone to mistake my husband for my father, it's foolish to decline a set-up with a guy just because he's got less hair and more wrinkles than I do. This might sound beyond obvious, but many women end up dating guys with a chemistry of "9" and a compatibility of "5." The happiest couples, though, have both a chemistry and compatibility of "7." Would I be more naturally attracted to a guy who's my age? Yep. Would it matter that much in the scheme of things if he was 12 years older but still handsome? Probably not. Am I going to be more wrinkled one day and thrilled to be with a man who finds me attractive anyway? You bet.

5. How he compares to "my type"
One expert told me that when she first met her husband, she had no interest in him at all. He wasn't her type. He didn't fit her image of the kind of guy she imagined herself with. She was Ivy League-educated, and he was a potter. At first there were no sparks. Nada. But the more time she spent with him, the more she liked him. And then the sparks flew. They've been married for 20 years. "In America," she explained, "when a potter makes a pot, they put a glaze on it and put it in the kiln and know exactly what it's supposed to look like when it comes out. But when the Japanese make a pot, they put it in a wood-fire kiln that could be any temperature, and when they take the pot out, it's not always exactly like they thought it was supposed to look like. And they say, 'Oh, wow, this is what the fire did to the pot and it's gorgeous!' They believe there's no beauty in perfection. So instead of knowing what the person sitting across from you is supposed to be like, the question you have to ask is, 'Do I like it?' instead of 'How does it compare to what I thought I wanted?' People can surprise you."

Indeed. I ended up falling hard for a 5'6", balding, bow-tie-wearing guy I almost didn't e-mail on Match.com. He wasn't who I had in mind, but he was who I wanted to be with. And that, of course, is the thing that matters most.

END OF THE ARTICLE

What follows are the emails girl A received after sending this article to her friends:

That's a cute article and pretty realistic. God knows that i've had them in all shapes, sizes height and intelect. At the end of the day...I want to love, be loved and be appreciated. Is that too hard to find?

Happily Single,

Girl B

Girl B, your comment reminds me of one of my favorite lines in Moulin Rouge: "the greatest thing you'll ever learn is just to love and be loved in return". The problem is that not everyone has the same definition of what it takes to love and be loved. So on the question of "is that too hard to find?", I'd say that it is definitely hard to find someone who loves us the way WE want to be loved. I think this is so in particular because of our expectations. For example, sometimes when I don't feel loved and appreciated the way I wanted to feel, I sit back and think about whether my expectations were fair. And often enough, I realize that I can't apply my own standards to others. If I did that, only I could love myself the way that I wanted to be loved. LOL
Signs Girl C

Girl B, que quieres decir con "i've had them in all shapes, sizes height and intelect"...... Me preocupa. Mi papa una vez me dijo que la parejas vienen a llenar la necesidad que uno tenga en ese momento. Si con el que acabas de terminar jamas te dio flores, es posible que busques en el proximo que sea detallista como
requisito. En ese proceso uno tambien se puede equivocar y confundir las necesidades basicas que si son indispensables.
Signs Girl D

Me parece que lo complicado de todo esto es que la de definicion de lo que es la felicidad o cual es la pareja ideal, radica en que todos tenemos nuestra idea de lo que es. Estoy de acuerdo de que muchas veces tenemos que valorar si estamos pidiendo demasiado de nuestras parejas, pues es facil pedir (en general) a otros mas de lo que pueden dar como personas. Pero si que creo que por muy dificil que sea encontrar a alguien que lo quiera a uno como uno, se debe encontrar. Y no estoy de acuerdo que se deban bajar los standars y expectativas de querer que nos traten como nosotros tratariamos a nuestra pareja. mmmm Esto parece un trabalenguas, estoy haciendo uso de unas conjucaciones que hacia rato no escribia! jajajajaja. De igual manera, creo que todo es cuestion de subjetividad y opiniones.

Y girl D, no se si estoy muy de acuerdo con la opinion de tu papa de que las parejas vienen a llenar la necesidad del momento. Creo que si, que las diferentes etapas y situaciones de la vida van creando ciertas necesidades en nuestras vidas, que necesitamos llenar, pero a la vez, creo que todas tenemos algunas necesidades constantes: la necesiadad que nos quieran, que nos aprecien, etc. Pero si, creo que es un factor que en la proxima pareja tratemos de buscar lo que nos faltaba en la primera. Pero igual,se encuentran infinidad de personas que siguen liandose y buscando al mismo tipo de personas y parejas por el resto de su vida. Arrastrando asi con los mismos problemas y cosas que vivieron son su primera pareja!
Signs Girl A

Me encanta!!! Girl A, con un simple articulo has creado un BLOG de opiniones!! jajaja
Pobrecita de las que lean estos email de ultimas.Girl D, let me clarify...jejejeje!! mi comentario fue basado en lo que dice el articulo como hay quien desea un hombre alto, otras inteligentes, y otras que lo prefieren con cierta edad. En resumen, a veces nos vemos envueltos o en relaciones que no tienen ningunos de nuestros requisitos y somos felices. En mi caso personal, ya no busco esos requisitos porque ya he tenido el alto, el inteligente, el jovencito y el gordito. Que me falta???? El que me quiera, que se deje querer y me aprecie! Estoy de acuerdo con el consejo de tu papa.
Signs Girl B

I am the last one reading the article and the comments...jejejeje. Girl A: I really liked the article. Creo que todo lo que dice es muy cierto. Y a pesar de que a veces nos cueste darnos cuenta de que somos tan plásticas como se describe en el articulo, muchas veces los somos. AL menos yo puedo decir que lo soy. Es verdad que muchas veces no le damos la oportunidad a los muchachos por su apariencia física, por lo que estudio, e inclusive sacamos conclusiones de los programas de televisión que ven, películas, las fotos que ponen en facebook o como se visten. Pero el punto es....Si Girl B tienes razon, es muy difícil encontrar lo que queremos especialmente por lo que comento Girl C para todo el mundo el amor es diferente" Y lo que a ti te hace feliz, no necesariamente hace feliz a otra persona. So, let's keep hanging in there until we find OUR Mr. PERFECT.

Any ways, Pobrecita a Girl F cuando lea todo este reguero de opiniones.

Another happily single, signs Girl E

Hi girls, I read the article and I realized I didn't appreciate many of my ex's good things. Hope I more appreciative in the next relationship. Hope I've learned. God, I was the last one to read all those messages. I agree with all of them. Don't know what else to say? Oh, I remember that part from the article that she talks how she didn't like her husband at hte beginning. That has happened to me. Staying open is the key. By the way I watched The hurt locker. It was good! I liked it. I still think Avatar deserved the Oscar.
Lots of loveeee, signs Girl F

CONCLUSION: You have read an article named "Finding Mr. Right" and the e-mails' exchange among a group of girlfriends expressing their reactions and opinions on the subject. Feel free to leave your own comments!!! Until everybody finds her/his Mr. and Mrs. Right the topic will be alive. Hope we all get our match!

Sunday, April 18, 2010

Carpe Diem en Manrique, Garcilaso de la Vega y Góngora (Trabajo para clase de literatura)


Casper David Friedrick-Wanderer above the sea
Jorge Manrique habla sobre el Carpe diem en “Coplas por la muerte de su padre” a finales de la Edad Media, Garcilaso de la Vega aborda el tema en “En tanto que de rosa y azucena” durante el Renacimiento y lo mismo hace Luis de Góngora en “Mientras por competir por tu cabello” durante el Barroco. Aunque los temas como el Carpe diem se repiten a lo largo de la literatura, cada autor lo aborda de una manera diferente que refleja las pautas y gustos de su tiempo. Fue el poeta romano Quinto Horacio Flaco, nacido en Roma, en el aňo 65 antes de Cristo, quien estrenó con su poesía el tema de la invitación a gozar de la juventud, o el carpe diem. La frase completa utilizada por Horacio fue “carpe diem quam minimum credula postero” y se puede traducir “aprovecha el día, no confíes en mañana.” Este trabajo se propone comparar las similitudes y diferencias en el abordaje del tema del Carpe diem en las coplas de Manrique y los sonetos de Garcilaso de la Vega y Góngora.
Jorge Manrique (1440-1479) es considerado el último poeta que cierra la Edad Media y comienza una nueva era. Pedraza incluso lo sitúa en un período que llama Prerrenacimiento, una especie de tiempo de transición entre el pasado Medioevo y el Renacimiento italiano. En esta época se respira el espíritu decadente y agonizante del Medioevo a la vez que comienza un redescubrimiento de la Antigüedad clásica y las ideas del incipiente humanismo comienzan a cambiar el tono y la visión del mundo. En España se renueva el interés por los ritos y los ideales caballerescos, los cuales son llevados a la corte como espectáculo y alcanzan notoriedad más allá de la frontera. Este espíritu caballeresco se alimenta además de las constantes batallas de conquista y reconquista en la frontera del reino musulmán de Granada. La exaltación de la fama que se consigue por el esfuerzo personal del individuo, la galería de grandes hombres y la vida terrenal como el camino a una vida mejor después de la muerte son algunos de los temas que ocupan al poeta del Prerrenacimiento y ello se ejemplifica en las “Coplas por la muerte de su padre” que además de abordar estos temas, deviene en el tópico del Carpe diem. Pedraza explica que el poema se ha dividido en tres partes: el tema de la fugacidad de la vida, en segundo lugar el ubi sunt o ¿Dónde están? y la exaltación de las hazañas del héroe Don Rodrigo. Algunos críticos como Cortina han señalado que la obra “posee los rasgos de una elegía heroica” o una “oda renacentista” (XLIII).
Lo cierto es que las “Coplas por la muerte de su padre” hicieron a Manrique merecedor de la fama y el reconocimiento como poeta lírico sencillo. Según Pedraza “el éxito de las Coplas se debe, sin duda a su sencillez expresiva. En ellas no encontramos cultismos extravagantes ni locuciones ininteligibles” (82). Éste es precisamente el gran logro de Manrique, hacer contraste entre la profundidad de los temas y la levedad de la forma. La pérdida de su padre lleva al poeta a reflexionar sobre la fugacidad del tiempo, que de cierta forma también es un tema que abordan Garcilaso y Góngora en sus sonetos, el primero con más mesura y resignación como es de esperar en el Renacimiento; mientras que el segundo contiene el pesimismo del Barroco. Si el tiempo se va tan rápidamente como dicen los poetas, la solución o el mensaje de ellos es Carpe diem, aprovechar el día. Manrique habla en sus coplas sobre la virtud del héroe capaz de superar la muerte si perdura en el recuerdo. Este afán por garantizar la pervivencia de las glorias de los héroes es un rasgo humanista. El humanismo pone al hombre al centro de la historia y florece en realidad con todo su esplendor en el Renacimiento. Sin embargo, desde esta época se comienzan a sentir sus avatares e influencias y por eso es que tantos críticos y estudiosos de la materia sitúan a Manrique en el Prerrenacimiento.
En las coplas el poeta hace una reflexión retrospectiva de lo que fue su vida, recuerda su niñez, su padre rodeado de caballeros, los juegos caballerescos de la corte de Juan II de Castilla, los honores ganados en lucha contra los moros y el ubi sunt se repite una y otra vez cada vez que la voz poética se pregunta qué ha sido de todo ese pasado glorioso:
¿Qué se hizo el rey Don Juan?
Los infantes d’ Aragón
que se hicieron?
¿Qué fue de tanto galán,
que de tanta invención
que trajeron? ( 2016-2021)
Nada escapa al paso del tiempo en Manrique, ni en Garcilaso y Góngora como probaremos más adelante. El esplendor de los salones, las fiestas, adornos y vestidos para Manrique son todos productos de la vanidad. El poeta cree que la vida terrenal, con sus placeres y gozos, es pasajera y fugaz. Sin embargo, también cree en la vida eterna y la salvación por la vía de la fe cristiana. En las coplas de Manrique notamos la fugacidad de la vida de la que hablan Garcilaso y Góngora, haciendo una reclamación a vivir la vida con más mesura y moderación, más acorde con Garcilaso de la Vega que con Góngora. Algunos críticos han dicho incluso que el mensaje de sus Coplas lleva implícito un tono moralizante y esperanzador.
Es la vida transitoria
un caminar sin reposo
al olvido;
plazo breve a toda gloria
tiene el tiempo presuroso
concedido…
Y los imperios pasaron
cual una imagen ligera
en el sueňo…
¿A quién la muerte perdona?
Manrique comienza haciendo evocaciones de la historia en orden cronológico, menciona los troyanos, romanos, Juan II, los infantes de Aragón y finalmente el objeto de su obra, su padre. En su eventual reflexión sobre la inevitable fugacidad con la que discurre la vida, concluye que la muerte se lleva a Papas, emperadores y pastores por igual. La pregunta final de Manrique sobre a quién perdona la muerte y cuya respuesta retórica es a nadie, porque todo el mundo acaba muriendo, alude al mensaje de la estrofa final de Góngora, que culmina diciendo que la belleza y juventud se vuelven “polvo, sombra y nada.” De dos formas distintas, Manrique y Góngora están escribiendo que la vida llega a su fin, lo cual conlleva al tema del Carpe diem. Quizás por el hecho de que están más próximos en época, Manrique y Garcilaso de la Vega tienen más afinidades al abordar el tema del Carpe Diem que Góngora. El final calmado de Garcilaso de la Vega, incluso anticlimático considerando que en un comienzo el soneto va a un ritmo más rápido, está acorde con el Renacimiento y se parece más al último verso de las coplas de Manrique que al final impactante de Góngora. El último verso de “En tanto que de rosa y azucena” demuestra que el poeta renacentista no pierde su tono, por muy exaltado que esté cuando culmina su soneto diciendo:
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera,
por no hacer mudanza en su costumbre. (12-14)

Garcilaso de la Vega (1501-36) pertenece al Renacimiento español que surgió más tarde. El Renacimiento nace en Florencia, Italia, donde da algunos de sus máximos exponentes, Maquiavelo, Miguel Ángel y Leonardo Da Vinci. De Italia se esparce por toda Europa, incluyendo España, y se refleja en todas las manifestaciones artísticas con el auge del humanismo y el renovado interés por la antigüedad clásica. En el Renacimiento sobresalen la elegancia, el buen gusto y la armonía; todas éstas características notables en el poeta Garcilaso de la Vega que se denomina el máximo exponente español del movimiento.
Garcilaso de la Vega hispanizó el uso del verso de once sílabas, o endecasílabo de moda en las letras italianas pero no en las castellanas, en las que en aquel entonces se escribían versos de ocho sílabas. Este hecho demuestra el interés de Garcilaso por las formas italianas clásicas y prueba su actitud renacentista. En este momento y como bien alude la palabra re-nacimiento, se renueva un interés por los clásicos greco-romanos, de ahí que Garcilaso es el primero en escribir sonetos de once sílabas. En la obra de Garcilaso se ven los dos influjos capitales del Renacimiento español: el petrarquismo y la tradición clásica. El petrarquismo se nota en los cuatro sonetos y la tradición clásica en las tres églogas, dos elegías y la epístola. Garcilaso también trata temas clásicos como el Carpe Diem, que proviene de la poética horaciana. Durante el Renacimiento y hasta nuestros días, Horacio es considerado un clásico que habla sobre el buen gusto y el equilibrio en la literatura. Garcilaso sigue sus pautas.
Según Carreira, “En tanto que de rosa y azucena” es un soneto juvenil en el que el poeta imita al italiano Bernardo Tasso en el tópico horaciano Carpe diem. En éste el poeta presenta el tema del Carpe diem dentro del marco de la belleza femenina, encantadora y sensual de la juventud; tema parecido al de los bailes y la corte en las Coplas de Manrique. Garcilaso se concentra en la fugacidad del tiempo y por ende en la necesidad de aprovechar la juventud. Al igual que el autor de las Coplas dice que la belleza no es eterna y el tiempo inevitablemente lo transforma todo cuando alude a las canas:
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena;
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre. (5-11)
La exhortación a vivir el momento que hace Garcilaso de la Vega lleva un tono pausado y mesurado. Su fuerza expresiva es contenida, no transmite una urgencia desesperada como hace Góngora. En “En tanto que de rosa y azucena” no hay una degradación descendente abrupta como en “Mientras por competir con tu cabello”, el ritmo pausado se mantiene hasta el final del soneto, incluso cuando hace referencias a las transformaciones de la belleza y la juventud. El mismo viento que antes esparcía y desordenaba la cabellera de la amada ahora la cubre de nieve, la culminación de lo esperado, que Garcilaso contempla con resignación, sin la desesperación violenta que denota Góngora.
Manrique y Garcilaso de la Vega tienen en común otra característica que no comparten con Góngora, el uso de la naturaleza. Si la literatura y el arte de la Edad Media utiliza poco a la naturaleza como trasfondo; Arce de Vázquez dice que en contraste con sus predecesores los renacentistas volcaron su mirada a la naturaleza con fervor místico: “el paisaje empieza a provocar interés, a ofrecer a la vista regalo y fruición estética” (101). Un ejemplo de ello son estos versos de “Coplas por la muerte de mi padre” de Jorge Manrique:
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar a la mar
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
e consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
e mas chicos,
allegados son iguales. (1860-1869)
En estos versos Manrique compara el paso del río con el de la vida. Si los ríos terminan en la mar, la vida culmina en la muerte. El tono del poeta no deja de ser medido, o contenido como el de Garcilaso, sin revelar el pesimismo de Góngora al abordar el tema. En Manrique el mensaje implícito es que esta vida da paso a la otra que será mejor. “Pero tanto las reflexiones del primer tiempo, como las preguntas del segundo, como todas las estancias del tercero, tienen sólo un objeto: demostrar lo transitorio de los bienes del mundo” (Cortina, XLV). El tema de la fugacidad del tiempo, como previamente se ha mencionado, se puede ver en Garcilaso y Góngora. En referencia a la fugacidad de la vida y el Carpe diem, Arce de Vázquez ha dicho que Garcilaso “sabe del correr inexorable del tiempo, que todo lo muda, y aconseja el goce presente de esa belleza” (30). Según la crítica de la Vega nos da una versión del episodio de Hero y Leandro, el cual para los renacentistas demostraba “no solamente el vivo deseo de aprovechar el placer momentáneo, sino que indica que el aprecio por ese gozo se antepone al de la vida misma” (31). Sin embargo, Garcilaso lo hace de una forma comedida. Si el ritmo de su poema va in crescendo al comienzo, el final como previamente se ha citado es tan cortante, justo y comedido que algunos críticos lo han tildado de anticlimático. Después de decir que tras la juventud y la belleza llegará la vejez “por no hacer mudanza en su costumbre” hay una resignación palpable. De ahí que su llamado a aprovechar el día sea también mas comedido que el de Góngora.
El poeta más reconocido del Barroco aborda el tema del Carpe Diem de forma diferente a la de Manrique y Garcilaso de la Vega. Góngora pertenece a la primera generación barroca (1561-1627). El Barroco español se extiende aproximadamente desde 1580 a 1700 y es conocido como un período de crisis económica, política, social y religiosa. La Armada Invencible es derrotada por Inglaterra (1588) y España deja de ser la primera potencia. Esta situación condiciona la visión del mundo, filosofía y actitud del hombre barroco ante la vida. Se dice que estas circunstancias llevaron a que el hombre barroco se expresase de una forma distinta y con un profundo pesimismo. En el soneto gongorino “Mientras por competir por tu cabello” los signos de puntuación obligan al lector a apresurarse, el ritmo va en in crescendo de acorde con el mensaje del poeta que habla sobre gozar rápido de la juventud y los placeres porque todos llegan a su fin. La palabra sencilla y equilibrada de Garcilaso se cambia por imágenes fuertes y caóticas que prefieren escritores barrocos como Quevedo, Calderón de la Barca y Góngora. De la serenidad y aceptación con la que Garcilaso expresa la condición humana pasamos al caos sin equilibrio del exaltado Góngora.
Garcilaso como buen renacentista idealiza la belleza de la amada, en cuya blanca tez y rubios cabellos se nota la influencia petrarquista típica del Renacimiento. Según Mújica “la imagen poética de la mujer renacentista-con cabello como oro, ojos como zafiros mejillas como rosas, labios y dientes como rubíes y perlas-proviene en gran parte de la poesía amorosa de Petrarca… A diferencia de poetas medievales, los cuales celebraban a la mujer como un símbolo espiritual, Petrarca creó una imagen femenina intima y real” (94). En los sonetos de Garcilaso y Góngora, las descripciones de la mujer corresponden con la imagen que se tiene de ésta en el Renacimiento. La amada de “Mientras por competir por tu cabello” tiene labios color “clavel”, cabello de “oro”, frente de “lilio” y cuello “cristal luciente”. La forma en la que Góngora describe el cuerpo de la amada en partes dispares es la que hace el soneto barroco cuando compara el “cuello, cabello, labio y frente” con “oro, lilio, clavel, cristal luciente” de manera que tergiversa las descripciones que corresponden con cada parte. Después del ritmo rápido del soneto gongorino y muy diferente a la suavidad con que fluye “En tanto que de rosa y azucena”, el final para el poeta no es la vejez como para Garcilaso, sino la muerte. La imagen fuerte y lúgubre que da Góngora al final de su soneto cuando dice que toda la belleza y juventud que ha descrito acabarán “en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada” es una prueba de que el Barroco procura conmover las pasiones.
Según Pariente en “Mientras por competir con tu cabello” y otros sonetos gongorinos como “Suspiros tristes, lágrimas cansadas” y “La dulce boca que a gustar convida” el tono amoroso se deteriora y Góngora satiriza la pasión. “La mujer ya no es la diosa reverenciada en los templos que una tibia luz dora, sino la arpía atenta sólo a sus intereses… una sombría decepción sustituye a un frágil entusiasmo, el sarcasmo y la burla ocupan el lugar del amor” (31). En “Mientras por competir con tu cabello” no se ve la mujer arpía, pero si el profundo tono de desencanto y sobretodo el desengaño del Barroco cuando muestra que las cosas que los seres humanos estiman, como la juventud y la belleza, no duran para siempre y la muerte al final es una misma constante.
Orozco dice que Góngora desarrolla este viejo tema con un “emocionado sentimiento.” Como bien apunta Orozco y otros críticos los rasgos más característicos de la lengua gongorina son los neologismos, hipérbatos, acusativos a la griega, prolijidad de períodos, entre otros, siendo el rasgo más característicos de su lengua: “el empleo sistemático y repetidos de los cultismos.” Dentro del cultismo, el hipérbaton es lo más característico. Dámaso cuestiona si “Góngora violentó con sus transposiciones el genio de la lengua” y a qué se le llama “el orden de las palabras” (19). Lo cierto es que el poeta barroco le dio otro ritmo a la lengua, sin mencionar las palabras arcaicas que puso en uso y otras que inventó, las cuales hacen que aunque hable del mismo tema de Garcilaso de la Vega, en este caso el Carpe diem, su soneto suena de forma totalmente diferente, novedoso.
Garcilaso hace una referencia sutil a la muerte cuando dice que “marchitará la rosa el viento helado”, refiriéndose más bien a la vejez, no específicamente a la muerte. Por su parte Góngora anuncia que el final de la belleza y la juventud es la muerte. El tema de la muerte era uno de los predilectos de los pintores y escritores barrocos, quienes retoman esta fascinación un tanto ocultista que había en la Edad Media, como ha quedado demostrado en Las danzas de la muerte tan populares en la época. Si bien para Góngora todo termina con la muerte y lo describe de una forma que impresiona al lector, Garcilaso como buen renacentista no contempla la muerte como algo terrible, más bien habla de la vejez como algo inevitable en un tono de serenidad y aceptación.

Aunque el tema del Carpe Diem es el mismo en las tres obras, las formas en que los poetas abordan el mismo varían de un período literario a otro. En “Coplas por la muerte de mi padre” de Jorge Manrique se da el mensaje de vivir la vida, aprovechando el presente con mesura, contención y medida, igual que en el soneto renacentista “En tanto que de rosa y azucena”. Manrique hace referencias a la vida después de la muerte, a un mundo más duradero que el material y efímero de salones de bailes y vestidos. Garcilaso de la Vega revela serenidad, equilibrio y armonía en su poesía, todas características del Renacimiento. Su soneto culmina en la vejez. Su llamado a aprovechar el presente es calmado. En cambio Góngora presagia el fin permanente, e irremediable de la vida con la llegada de la muerte. El Carpe Diem en “Mientras por competir con tu cabello” es un llamado urgente, casi desesperado antes de que ocurra lo inevitable, la muerte. Es fascinante comprobar que los tres poetas, aunque distintas en las fechas en que vivieron y escribieron tuvieron la misma preocupación por la mortalidad y el paso del tiempo. Góngora en el siglo XVI se cuestiona la misma problemática humana que Jorge Manrique el siglo XV; lo curioso es comprobar que escritores posteriores se han hecho más tarde las mismas preguntas.

Obras citadas
Arce de Vázquez. Garcilaso de la Vega. Río Piedras: Universidad de Puerto Rico, 1961. Print.
Alonso, Dámaso. La Lengua Poética de Góngora. Madrid: Consejo Superior De Investigaciones
Científicas, Patronato "Menéndez Y Pelayo", Instituto "Miguel De Cervantes, 1961. Print.
Luis de Góngora: Antología poética. Madrid: Castalia, 1986. Print.
Manrique, Jorge, and Augusto Cortina. Cancionero. Madrid: Espasa-Calpe, 1960. Print.
Mújica, Bárbara Louise. Texto Y Vida. Fort Worth: Holt, Rinehart, and Winston, 1990. Print.
Orozco, Emilio. Introducción a Góngora. Barcelona: Grijalbo, 1984. Print.
Pariente, Ángel. Góngora. Madrid: Ediciones Júcar, 1982. Print.

Wednesday, April 14, 2010

Espacios (Poema)

Cuando te vayas llevátelo todo,
los espacios vacíos que quedan en las fotos sin tu rostro,
las navidades, los almuerzos familiares, las fiestas por compromiso,
las pizzas y helados los domingos.
Llévate los regalos, las cenas de aniversario, los cds que me hiciste,
las pelis que vimos y debatimos,
los albums de fotos,
los viajes
y amigos.
Llevátelo todo.
Busca bien,
para que no dejes nada olvidado.
Estoy creando espacios
para ventilar la casa,
limpiar los rincones,
quitar telarañas.
Espacios para la calma.
Espacios para la luz.
Espacios vacíos reflejos del alma.

Vivir para adentro (Un pensamiento)

Es sabio quedarse solo. Yo lo llamo vivir para adentro. Creo que en esta sociedad todos vivimos mucho para afuera y poco para adentro. Todo el mundo se preocupa por poner fotos nuevas, mostrar lo que ha hecho, enseñar sus viajes,o actualizar el estatus de facebook cada 5 minutos. Se olvidan de la soledad, dejan de leer un buen libro, ignoran la gente que pasa llorando o sonriendo. Vivir para adentro sería alejar los ojos de la pantalla de la computadora y cerrarlos para ver con los ojos del corazón, como bien recomendase el principito. Vivir para adentro nos da calma, nos hace sabios, nos centro, nos ubica, nos reorganiza. Ese vivir para adentro nos va a ser falta a la hora de vivir para afuera. Viviendo para adentro, tenemos más que ofrecerle a los de afuera.

Tuesday, April 13, 2010

Leyes para vivir (correo electrónico que recibí hoy)

Primera Ley:
"La persona que llega es la persona correcta",
Nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

Segunda Ley:
"Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido".
Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante.
No existe el: "si hubiera hecho tal cosa...hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante.
Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

Tercera Ley:
"En cualquier momento que comience es el momento correcto".
Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.

Cuarta Ley:
"Cuando algo termina, termina".
Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.

Thursday, April 08, 2010

Castillos de arena (Poema de Gioconda Belli)


¿Por qué no me dijiste que estabas construyendo
ese castillo de arena?
Hubiera sido tan hermoso
poder entrar por su pequeña puerta,
recorrer sus salados corredores,
esperarte en los cuadros de conchas,
hablándote desde el balcón
con la boca llena de espuma blanca y transparente
como mis palabras,
esas palabras livianas que te digo,
que no tienen más que el peso
del aire entre mis dientes.
Es tan hermoso contemplar el mar.
Hubiera sido tan hermoso el mar
desde nuestro castillo de arena,
relamiendo el tiempo
con la ternura
honda y profunda del agua,
divagando sobre las historias que nos contaban
cuando, niños, éramos un solo poro
abierto a la naturaleza.
Ahora el agua se ha llevado tu castillo de arena
en la marea alta.
Se ha llevado las torres,
los fosos,
la puertecita por donde hubiéramos pasado
en la marea baja,
cuando la realidad está lejos
y hay castillos de arena
sobre la playa…

La escalera (Interesante correo electónico que recibi hoy)

TODOS VAMOS CAMBIANDO DE NIVEL, COMO EN UNA ESCALERA...

Imagina que estás frente a una gran escalera...está junto a tí esa persona que es importante para tí..(novio, esposo, amiga, etc)...y están fuertemente tomados de la mano...


Mientras están en el mismo nivel..todo está perfecto...es disfrutable. Pero de pronto..tú subes un escalón...pero esa persona no...esa persona prefiere mantenerse en el nivel inicial...ok..no hay problema..es fácil aún así estar tomados de las manos...

Pero tú subes un escalón más...y esa persona se niega a hacerlo..ya las manos han empezado a estirarse y ya no es tan cómodo como al principio...subes un escalón más...y ya el tirón es fuerte..ya no es disfrutable y empiezas a sentir que te frena en tu avance...pero tú quieres que esa persona suba contigo para no perderla...

Desafortunadamente para esa persona no ha llegado el momento de subir de nivel...así que se mantiene en su posición inicial...subes un escalón mas...y ya ahí sí es muy difícil mantenerte unido...te duele..y mucho...luchas entre tu deseo de que esa persona suba...de no perderla...pero tu ya no puedes ni quieres bajar de nivel....

En un nuevo movimiento hacia arriba....viene lo inevitable...y se sueltan de las manos...puedes quedarte ahí y llorar y patalear tratando de convencerle de que te siga..que te acompañe...puedes incluso ir contra todo tu ser y tu mismo, o a bajar de nivel con tal de no perderle..pero después de esa ruptura en el lazo..ya nada es igual....así que por más doloroso y difícil que sea..entiendes que no puedes hacer más..mas que seguir avanzando..y esperar que algún día..vuelvan a estar al mismo nivel. Eso pasa cuando inicias tu camino de crecimiento interior...en ese proceso..en ese avance pierdes muchas cosas: pareja..amigos..trabajos..pertenencias...todo lo que ya no coincide con quien te estás convirtiendo ni puede estar en el nivel al que estás accesando...


Puedes pelearte con la vida entera..pero el proceso así es. El crecimiento personal es eso..personal..individual..no en grupo...puede ser que después de un tiempo esa persona decida emprender su propio camino y te alcance o suba incluso mucho más que tú...pero es importante que estés consciente de que no se puede forzar nada en esta vida.

Llega un momento...en tu escalera hacia convertirte en una mejor persona...en que puedes quedarte sola un tiempo...y duele..claro que duele..y mucho...pero luego, conforme vas avanzando..te vas encontrando en esos niveles con personas mucho más afines a tí..personas que gracias a su propio proceso...están en el mismo nivel que tú y que si tú sigues avanzando..ellos también..

En esos niveles de avance ya no hay dolor..ni apego..ni sufrimiento...hay amor...comprensión..respeto absoluto...

Así es nuestra vida amiga...una infinita escalera...donde estarás con las personas que estén en el mismo nivel que tú...y si alguien cambia...la estructura se acomoda.

Me costó mucho soltarme...aún después de una fuerte ruptura seguía viendo para atrás....esperando un milagro...y el milagro apareció...pero no de la manera en que yo hubiera supuesto...apareció bajo otros nombres..otros cuerpos..otras actividades....perdí a una amiga..y gané a 20 más....perdí un mal trabajo y ahora tengo un excelente trabajo y con oportunidades de tener más de lo que soñé alguna vez....perdí un auto que no me gustaba y ahora manejo el auto de mis sueños...perdí a un hombre al que creí amar...para darme cuenta que ahora lo que tengo en este momento de mi vida...ni siquiera podía soñarlo hace unos cuantos meses....

Cada pérdida...cada cosa que sale..es porque así tiene que ser...dejalas ir..y préparate para todo lo bueno que viene a tu vida...tú sigue avanzando y confía...porque esta escalera es mágica y si no me crees...porque no lo compruebas por tí misma? AHORA, TODOS PODEMOS ENTENDER PORQUE NOS ENCONTRAMOS CON DIFERENTES PERSONAS EN LA VIDA Y PORQUE OTRAS SE QUEDAN ATRÁS.