Thursday, October 09, 2008

Las mujeres: nuestras peores enemigas

Hace poco me reencontré con una amiga que hacía tiempo no veía. A mí me alegró verla, a ella no sé. Parece que activé un butón negativo en su persona porque se desplayó como una ametralladora hablándome mal de los hombres y la vida en pareja. Primeramente me preguntó cómo me iba con mi novio y alto seguido me cuestionó cuándo pensaba casarme y por qué aún no lo había hecho. A la primera pregunta le contesté que muy bien, a la segunda le dije que todavía, que por el momento no había boda.

-Ay no nenita, eso no es así. Usted es muy ingenua.-comenzó su discurso.

-El ya tiene más de treinta años. Está maduro, está en edad para casarse. Si no le habla de casamiento a usted es que no tiene interés en formalizar la relación. Usted no quisiera comenzar a construir cosas juntos? Ahora son jóvenes y los hijos hay que tenerlos jóvenes para tener energía para jugar con ellos y disfrutarlos. Después de los treinta no te imaginas cuánto cambian las hormonas. Uno no tiene la energía de antes. Ahora que son jóvenes es que deben casarse. Si uno está enamorado quiere dormir con la otra persona, despertarse a su lado por las mañanas, en fin, vivir juntos. No se quede al lado de un hombre para ver si le va a hacer el favor de casarse con usted. No pierda su juventud al lado de ese hombre. Usted es joven, si no piensa casarse con él, viva sola, disfrute de su juventud. Lo que pasa con ese tipo de hombres que ya son maduros y tienen esos noviazgos largos es que ninguno de esos noviazgos pasan de ser algo más que eso. La mayoría de esos hombres acaban casándose con otra que los casa en dos meses… Sabe lo que le puede pasar? Ese hombre de aquí a tres años más probablemente la deje a usted por otra y esa si lo casa, mamita y lo hace ra-pi-di-to. Así es la vida. Los noviazgos largos no funcionan y si se casan acaban durando más de novios que de casados. Los hombres acaban dejando a su novia de siempre para casarse con otra en tres meses.”

Dios mío! Qué mujer del siglo XXI, independiente y profesional habla de ese modo!-No podía creer a mis oídos. A quién se le ocurre quedarse al lado de un hombre esperando a que le haga el favor de casarse? Quién que no ha pensado en eso llega a considerar la idea? Parece que todavía hay mujeres que piensan retroactivamente y ésas se convierten en las peores enemigas de las mujeres. Al principio no podía crear que esas palabras viniesen de boca de una mujer rofesional y madre soltera, alguien que ha trabajado desde joven para mantenerse a sí misma y cuidar a su hijo sin la ayuda de nadie. A mi edad esta mujer había quedado embarazada de un hombre al que no había visto más de cinco veces. El hombre era casado y con hijos; nunca le dio el apellido a su hijo, ni lo reconoció como tal. Viniendo de otra persona tal vez me hubiese hecho más sentido esa idea de tener hijos jóvenes, pero el consejo venía de boca de una mujer que reportó desde la guerra y estando embarazada continuó trabajando hasta último momento, casi hasta que dio a luz. Esta es una mujer luchadora, que se ha revelado a los canones femeninos impuestos por la sociedad, criando a su hijo sola y saliendo adelante sin la ayuda de nadie, demostrando que no se necesita ayuda, ni un hombre para sobrevivir y triunfar en este mundo.

Cuando le pregunté cómo le iba a ella con su novio actual, me contó que se estaba separando de Marcos, con quien llevaba una relación intermitente desde hacia ocho años. Concluí que este detalle explicaba su visión pesimista de los hombres, las relaciones y la vida. Si en vez de encontrarla a ella hubiese visto a otra amiga que se acaba de casar, sus palabras habrían sido muy distintas: -El príncipe azul si existe porque yo encontré el mío. Tu encontrarás el tuyo también. Por qué no? Puede que sea éste, puede que no. Si éste no es el correcto ya aparecerá el tuyo.

En resumidas cuentas, los consejos hay que tomarlos según de quien vengan. Cada cual mira la vida, el amor y las relaciones basándose en sus experiencias personales. No todas son buenas, no todas son malas. Desafortunadamente cuando alguien, sobretodo las mujeres que son las que he visto que ocurre, está pasando por un momento difícil en su vida amorosa sus consejos, u opiniones en referencia a la pareja de otra persona nunca son favorables. Las mujeres, nuevamente recuerdo que son los casos que he visto, no nada contra mi sexo, tendemos ha proyectar lo que vivimos en las vidas de otros. Sin necesariamente tratarse de las mismas variables. Ademas que muchas mujeres tienden a hablar de forma negativa sobre los hombres, incluso las parejas de sus amigas, proyectando en ellos lo que le han hecho a ellas. Sin embargo, en un momento de felicidad esa misma mujer te da un consejo opuesto, o totalmente positivo en cuestiones amorosas. Es triste, pero cierto: las mujeres nos volvemos nuestras propias enemigas, haciendonos danos unas otras con estas experiencias negativas compartidas.

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