Palabras de diciembre
Lo que más duele
Lo que más duele no son tus ojos,
ignorando las lágrimas tras los míos,
lejanos e indiferentes.
Lo que más duele no es hablarte de algo
y que no me respondas de frente,
confundiéndome aún más.
Lo que más duele no es que digas la verdad
y la verdad duela tanto
que prefiera oír mentiras.
Lo que más duele es saber que la persona de la que me enamoré:
no existe.
Lo que más duele es darse cuenta
que se ha idealizado a un fantasma.
Se ha comparado a gente de verdad con un ente imaginario,
que eres mitad tú y el resto proyección mía,
que lo que más me gustó de tí me lo estirpé de mí
y tú has muerto, porque tristemente y tal y como te imaginé, nunca exististe.
Volverás
(Dedicado a dos amigas)
Volverás a bailar bajo la lluvia,
rebelde y despreocupada,
como si el agua no mojase
y la primavera se eternizara.
Volverás a reírte con la boca, el alma y el cuerpo.
Reírte de verdad,
reírte toda tú,
toda, toda.
De pies a cabeza y del corazón a la boca y viceversa.
Aunque te parezca imposible.
Aunque no creas que esto es vida y las canciones de la radio,
los amigos, la televisión,
en fin, todos sean detonantes de recuerdos
que te parten el corazón.
Volverás a encontrarle un nuevo sentido a todo
y serás inevitablemente feliz.
Le sonreirás a carcajadas a esa vida gris,
porque el cristal desde el que la miras cambiará,
te lo aseguro, e incluso,
te lo pudiera jurar.
Una tarde caminarás con un propósito
y volverás a encontrar placer en las pequeñas cosas,
e imperceptiblemente te sorprenderás presente en ellas.
Por fin presente, en cada momento,
instante y minuto de tu vida.
No como ahora, ausente y ensimismada,
distante y embelezada.
Te prometo que un buen día:
volverás a bailar bajo la lluvia,
rebelde y despreocupada,
como si el agua no mojase
y la primavera en tu alma se eternizara.
Lo que más duele no son tus ojos,
ignorando las lágrimas tras los míos,
lejanos e indiferentes.
Lo que más duele no es hablarte de algo
y que no me respondas de frente,
confundiéndome aún más.
Lo que más duele no es que digas la verdad
y la verdad duela tanto
que prefiera oír mentiras.
Lo que más duele es saber que la persona de la que me enamoré:
no existe.
Lo que más duele es darse cuenta
que se ha idealizado a un fantasma.
Se ha comparado a gente de verdad con un ente imaginario,
que eres mitad tú y el resto proyección mía,
que lo que más me gustó de tí me lo estirpé de mí
y tú has muerto, porque tristemente y tal y como te imaginé, nunca exististe.
Volverás
(Dedicado a dos amigas)
Volverás a bailar bajo la lluvia,
rebelde y despreocupada,
como si el agua no mojase
y la primavera se eternizara.
Volverás a reírte con la boca, el alma y el cuerpo.
Reírte de verdad,
reírte toda tú,
toda, toda.
De pies a cabeza y del corazón a la boca y viceversa.
Aunque te parezca imposible.
Aunque no creas que esto es vida y las canciones de la radio,
los amigos, la televisión,
en fin, todos sean detonantes de recuerdos
que te parten el corazón.
Volverás a encontrarle un nuevo sentido a todo
y serás inevitablemente feliz.
Le sonreirás a carcajadas a esa vida gris,
porque el cristal desde el que la miras cambiará,
te lo aseguro, e incluso,
te lo pudiera jurar.
Una tarde caminarás con un propósito
y volverás a encontrar placer en las pequeñas cosas,
e imperceptiblemente te sorprenderás presente en ellas.
Por fin presente, en cada momento,
instante y minuto de tu vida.
No como ahora, ausente y ensimismada,
distante y embelezada.
Te prometo que un buen día:
volverás a bailar bajo la lluvia,
rebelde y despreocupada,
como si el agua no mojase
y la primavera en tu alma se eternizara.
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