Una mujer en Miami

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Hay distintos Miamis. Está el Miami de la playa, donde hombres y mujeres, homosexuales y heterosexuales, parecen ir para mirar y que los miren. El Miami de Versailles, donde se reunen los mismos exiliados cubanos que frecuentan el parque del Domino en la calle ocho, Sedanos y La Carreta, con olor a café acabadito de colar y pastelitos de guayaba y queso. Aquí casi a toda hora se puede ver a la gente hablando y debatiendo sobre Fidel, los años dorados de Cuba, los republicanos, por qué ganó Obama y no McCain y todo tipo de temas.

Yo vivo en todos estos Miamis. Honestamente me desarrollo más en los que mencioné primero que en los últimos, pero sé que en mi ciudad adoptiva están ocurriendo muchas cosas, mientras yo estoy en mi mundo. También sé que hay más mundo que el que puedo ver y más álla del cual me desarrollo. Mas, aquí estoy yo. Sentada. Escribiendo en mi computadora. Definiendo mis sueños. Pensando en lo que he hecho y quiero hacer.