Las mujeres cincuentonas se desnudan: hablan sobre el amor y el matrimonio
Llegué virgen al matrimonio porque Juan me quiso respetar. A mí no me importaba que él me respetase, o no. Bueno, pero lo que quería decirte es que cuando te vayas a casar lo pienses muy bien. Al lado de Juan, yo he tenido muchas comodidades, esta misma casa.-Entonces mira al techo y abre los brazos...
-Las fiestas, los viajes, Italia por el aniversario, Las Vegas por las conferencias de negocios, después Portugal, España, Brasil, mil lugares y recuerdos lindos. Ahora, si me preguntas si he sido feliz, no podría decirte que sí. A veces me comparo con mi hermana y noto que no hemos tenido relaciones ni remotamente parecidas. Ella no ha tenido ni la mitad de mis comodidades pero ha gozado de una conección con su pareja que yo nunca he tenido. Los dos han hecho juntos mil locuras, han sido muy, muy felices. A los ojos del mundo no son una pareja normal y mucho menos perfecta. A él no le gustan las fiestas, por lo que no la representa en sociedad y eso a ella a estas alturas le molesta. Tampoco él es trabajador y esa característica es importante encontrarla en el hombre con que uno se casa. No ha sido un buen padre. Mi marido sí. Como marido yo puedo tener mis reservas pero no dejo de comprender que como padre ha sido y es excelente. Creo que les di a mis hijos el mejor padre que podía darles. Por eso cuando me envió un ramo de flores gigante a mi trabajo por el aniversario con una postal que decía: Te casarías de nuevo conmigo? Le respondí que sí, siempre y cuando me diese los cinco hijos maravillosos que me ha dado. Pero feliz, feliz, no he sido y lo que se dice "enamorada, enamorada" nunca lo estuve.
Yo me encapriché en Frank. Cuando nosotros terminamos por un año y él se fue de Miami por un año y yo tuve otros novios, entre ellos hasta un médico, no debía haber vuelto con Frank cuando regresó ese año. Me debía haber casado con el médico, o con aquel otro novio mecánico que tuve y tanto me adoraba. Pero Frank regresó y yo olvidé lo infeliz que había sido a su lado. Bueno, cuando Frank regresó yo tenía novio y hubo un punto en que estaba con los dos. Me daba mucha pena terminar con el mecánico porque su madre había acabado de morir de cáncer del seno. El y su padre vivían solos. Aún me acuerdo muy bien de ellos. El papá me adoraba. Yo fui una niña mala, lo sé y lo confieso. Aquello fue todo un show. Hasta que un dia Frank me puso en tres y dos y me obligó a terminar con el otro pobre infeliz. No debía haberme quedado ni con Frank ni con el mecánico. Fui una estúpida, comemierda, imbécil por regresar con Frank, si no quería al otro pues lo dejaba, pero acabar casándome con mi novio de los 15 años fue un error. Pero siempre estuve enamorada de Frank. Lo conocí cuando teníamos 15 años y acabábamos de llegar de Cuba. Ibamos al mismo high school. Me escapaba de la escuela para irme a la playa con él. Un día mi hermano le contó a mi papá que yo no estaba yendo a clases y para que fue aquello. En la casa me armaron un show de la punta del mango pa' alante. Pero bueno yo pensé que me estaba saliendo con la mía cuando caminé al altar hacia Frank, después de un noviazgo de trece años, sin contar el año de recreo por el medio, al fin me salí con la mía, me casé con el hombre que todo el mundo, todo el mundo, incluyendo su propio padre, me habían aconsejado que dejase. Tú sabes lo que son trece años? Ya mi hermana y todas nuestras amigas se habían casado. En aquella época ser una novia de treinta años como yo era algo raramente visto, un bicho extraño de museo, una mujer que por poco se queda para vestir santos. Qué degradante ese sentimiento para la mujer! El consejo que yo le doy a todas las muchachas jovencitas es que el matrimonio es la decisión más importante que van a tomar en sus vidas y por ende, deben pensarlo y requetepensarlo. La carrera es importante, sí, pero ejercerla y triunfar en ella se hace muy difícil si se vive al lado de una persona que no te apoya. Mira que vidas tan diferentes hemos tenido mi hermana y yo. Yo prácticamente no he viajado, no he salido de Miami, trabajo todo el año para pagar los billes y en las vacaciones no salgo a ningún lado. Frank no me puede llevar ni a Orlando. El no trabaja, se pasa prácticamente todo el día viendo televisión, durmiendo, o saliendo a pescar. Tú lo has visto. Yo disimulo pero no tenemos una relación normal. No somos un matrimonio normal. Yo soy la que trabaja. El es un vago. Yo pensé que con los años se iba a aconsejar y en algún momento comenzaría a trabajar. Trabaja dos y tres días y después ya se empieza a quedar en la casa. Ahora me da lástima con el. Pienso que si lo dejo no se quería ir de la casa, no tiene a donde ir, no tiene nada por sí mismo. Lo peor es que mi hijo se ha criado viendo el mal ejemplo de su padre y no quiere trabajar; ahora ha empezado a fumar marihuana como el padre. El padre empezó fumando marihuana y fue pasando de una droga a otra hasta hacerse adicto a la cocaína. Cuan diferente hubiese sido mi vida si me hubiese casado con el médico amigo de mi hermano, con un abogado que estaba detrás de mí y nunca le hice caso, o hasta con el mismo mecánico? Con cualquiera hubiese sido más feliz, pero nunca habría estado ni la mitad de lo enamorada que me mantuve durante los trece años de noviazgo y los primeros de matrimonio. Hoy por hoy todavía lo quiero; a pesar del infierno que ha sido vivir a su lado.
Yusimi
Yo sé que mi marido me fue infiel. No lo perseguí, nunca lo he visto con otra mujer, no descubrí llamadas, mensajes de textos, ni emails que me lo comprueben, pero uno lo sabe cuando pasa, lo presiente. Ahora, si lo vas a perdonar y te vas a quedar a su lado es mejor que no te des por enterada. Así hice yo. Mi mamá tenía un carácter ácido, yo estaba loca por irme de mi casa y acabé casándome con Manolo, apenas ocho meses despues de haberlo conocido. Pero en aquel entonces yo no tenía otras opciones. Yo no quisiera que a mi hija y a tí les pasara lo mismo. No quisiera que se vieran obligadas a casarse por irse de la casa, para sólo entonces tener más libertades, poder viajar, vivir y hacer lo que sea que quieran hacer. Mis padres no me dieron esas opciones. Yo si quisiera que ustedes tuvieran las opciones que nosotras treinta y tantos años atrás no tuvimos. Estamos en otros tiempos, tu mamá sigue en el siglo pasado y eso que tu abuelo las hizo sufrir a sus hermanas y a ella muchísimo. Desafortunadamente, ella te esta haciendo a tí lo que a ella le hicieron y yo no quiero que tú, al igual que nos vimos casi todas nosotras cuando jovencitas, criadas en familias cubanoespañolas, católicas, te veas sin opciones. Mírame a mí. Quiero viajar, ir a Argentina, hacer cosas fuera de lo que comunmente siempre hago pero a Manolo no le gusta viajar. Esta hecho un viejo. No quiere ir. Y yo ahora me doy cuenta que siempre he vivido la vida de él, no la mía propia. No he hecho un montón de cosas que siempre he querido hacer y ahora me veo muy vieja para qué? Para dejarlo y volver a empezar. Con quién? Ahora ya es muy tarde. A él no le gusta ir al cine, no le interesa ver una obra de teatro, un musical, un espectáculo, nada de nada y yo al lado de él acabo nunca yendo, ya sea por no dejarlo ir, porque él no quiere, o por lo que sea. Ahora, en estos tiempos de tantas libertades mi consejo para tí como si fueses mi hija es que disfrutes de la vida y nunca te vayas a casar con él si no sientes que él es adecuado, que es el que es, que es lo que quieres. Piensa en muchas cosas, sobretodo en que los dos deben estar caminando en una misma dirección, mirando a un mismo lado. Si no después que pasa, tú quieres viajar y a él no le interesa, nunca acabas haciendo lo que quieres. El se siente inseguro con tu carrera, receloso de tus éxitos y no te apoya. Es tan especial que se complementen y que cada cual por su cuenta se desarrolle y se realice como individuo y profesional.